
Vientos del sur sobre mi rostro
en esta tarde de domingo lánguido.
Un beso suspendido en la distancia…
a través de letras
y un te quiero tácito pero necesario
que sucumbe ante la apremiante espera.
De nuevo aquí...
me siento como rueda de parque...
te siento como tubo deslizante...
y a la vez ambos en un verbo columpiado entre aromas de un si potencial...
Una palabra, sólo una palabra...
y la rueda se detiene,
el tubo se abandona…
manteniendo el columpio movimiento y aromas de seda
a través de la distancia…
Tu esbózala…
yo sólo espero para mecerla.