Transcurría la noche en espiral de purpurina, cuando sin gemido aparente volvió la vista hacia el sur… el asombro de lo sentido la trajo a noches como esas, en las que un aliento a fruta la despertaba con una sonrisa… tantos recuerdos acumulados en su mente… tantos relatos de una misma historia. Se le ocurre repasar los pasos de lo realizado, y forja un hechizo, con anhelo de que todo vuelva a ser como antes… evoca aromas en su mente, sintiendo en sus manos la textura de un grumo, como de mandarina y limón, miscibles entre si… la escalera hacia el asombro la arrastra desconsolada… sólo soñaba… sola solloza.
Otra rica experiencia con los integrantes de Pliegues/Despliegues... mil gracias.
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