Llegaste a mi vida y decidí el amor
te improvisé de mil maneras
en un afán de ir sospechando que todo aquello que inventaba
era realidad
en amargo ejercicio de exaltación
culto al sacrificio y la abnegación.
Renuncié a lo que era y te amé
con adicción
deponiendo mis armas ante una violación fragante a mis derechos humanos.
Desnudé ante ti mi eras,
mi philia
mi ágape
y a voluntad te amé…
Fui víctima del amor a mi propio juicio
a mi invento irrazonable
en mis horas turbias
enfrentando mis yo
otorgando mi absoluto consentimiento.
En qué momento turbio me perdí tanto
en qué momento acepté ser víctima.
Ahora
desmagnificar, desmitificar
corazón en cuarentena
y es que alguien tenía que irse.
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