Como siempre...

Renazco... de mis cenizas como el ave Fenix... aunque me acompañe una lágrima
Sólo para amigos... para los que gustan de leer... para quienes disfrutan de poemas... para los que como yo sueñan... para los que mantienen la sonrisa... y conjugan a solas las lágrimas... para los que quiero... y los que me quieren... para ti... sobre todo para ti...

5 may 2008

Líbelula de alas cansadas



Triste? Si, inmensamente triste. No sé si te busco porque te necesito o si realmente te estoy queriendo como te quiero. Las noches se me hacen largas en el esperar de la más tonta palabra que me indique tu presencia. Qué tienes? Qué haces? Qué sientes?...
Qué soy? Qué doy? Que sufro? Qué siento? Qué espero?. Me siento como una tonta niña jugando a un juego que no me pertenece. He sentido y siento por ti cosas que nunca me esperé ni imaginé. No he visto tu cara y sin embargo te sueño, no me perteneces y sin embargo eres mi posesión más preciada, mía, sólo mía, sin que nadie se percate, sin que nadie lo sepa... sin que siquiera tú lo presientas. Juegas mi juego seductor y las risas inundan nuestras presencias, pero yo realmente deliro imaginando que pudiera ser cierto. No te llego, no me llegas. No soy capaz de decirte lo que realmente siento, por miedo a no tener tan siquiera las risas del otro lado que iluminan mi entupida noche de soledad inadvertida. En qué patética imagen me he convertido. Acaso sabrás que en el tiempo y la distancia hay alguien que quiere seas su dueño. No, no lo creo. Hasta cuando me abrogo el papel de la incondicional, esa que siempre está no importa qué ni como, sólo para que te vayas acostumbrando a mi cercanía, aun sabiendo que una palabra, una simple palabra podría mandarte muy lejos. Escucho a la Piaff, a la Simone, y sólo sueño con escucharlas algún día entre un lecho tibio de besos húmedos forjados de deseos pero finalmente dados realidad… Si tan sólo supieras que soy más que erotismo y deseo… si tan sólo supieras que soy amor. Pasan las horas y mi reloj se asombra al presentir que llega la tuya… y ahí estoy, esperándote… vestida hermosa aunque no me veas, de sólo sentir que me puedas presentir. Siento algo enorme y no se autoprotegerme… nada es constante, todo cambia, todo fluye, muchas cosas se desintegran, pero cada noche es y estás… y te espero y lo sabes… Hoy no, hoy he decidido no aparecer, en un absurdo intento de creer que me extrañarás, que estrañarás a la que puede consolarte porque estás sufriendo… porque aunque a veces no le escuchas, si le necesitas para ser escuchado… y yo juego mi papel de la incondicional, que sin dejar de serlo, anhela mucho más que eso… Es posible que a mis años aún siga creyendo en el príncipe azul de los cuentos y desee que surjas en el espacio con tu gran espada y tu corcel de fábula y me rescates de este castillo que me he armado en la imaginación?… Cómo puedo? Cómo me lo permito?... Apareces en las aletargadas horas cuando el resto del mundo duerme, porque no hay nadie que nos interrumpa y entonces ahí si puedes quererme… o no, seducirme… o no, dejarte querer… o no, dejarte seducir… No sé que espero, no sé que deseo, sólo sé que eres el motivo de mis rasgados pensamientos que se hacen letras ante la imposibilidad de expresarlos en el firmamento… libélula de alas cansadas vestida de mil trajes a tu antojo… sólo esperando que detengas su vuelo y decidas hacerla parte de tu historia.


Para mi Ru... mi bella amiga... mi clon trasatlántico... pontón tornillo mi niña.

4 may 2008

En un rincón


Por qué retornas…

qué ambicionas..

qué persigues…
qué concibes.

Mi vista sangra en tu corazón que vuela
y mis anhelos se someten desvanecidos
a la penumbra de un no deducir qué es…

Déjate seducir por el quizá,
arriésgate de nuevo,
yo te sostengo…
o desaparece por siempre… pero
no arrincones mi corazón de nuevo

Pedí


Pide un deseo, percibí…
Y te pedí a ti…
Apareciste… y te hiciste amor
Hablaste… y te hiciste música
Susurraste… y te hiciste piel
Me llamaste… y te hiciste eterno

De pronto, sin dejar de pedirte,
no apareciste más…
El amor… se desvaneció
La música… dejó relegadas sus notas
La piel… no se irguió más
La eternidad... esa persevera…
hecha minutos…
hecha conciencia…
hecha destrozo…