Como siempre...

Renazco... de mis cenizas como el ave Fenix... aunque me acompañe una lágrima
Sólo para amigos... para los que gustan de leer... para quienes disfrutan de poemas... para los que como yo sueñan... para los que mantienen la sonrisa... y conjugan a solas las lágrimas... para los que quiero... y los que me quieren... para ti... sobre todo para ti...

3 may 2009

La Foto - Microrrelato


El verde se levanta sobre el amplio horizonte, imponente sobre las sierras que una vez le dieran vida y en las que suele sumergir su contento… proyectan su esencia… y de lado asoma su figura este bello ser.


Sus manos... una, sobre el humilde alazán azabache, otra, sobre el báculo, combinan limpiamente imagen recia con tierna expresión... muestra la gentileza de ese ser que conozco, aunque nunca nuestros ojos se hayan encontrado.

Mirada serena y suave brinda al potro, en cómplice saludo de goce ante la caricia bondadosa… el deleite se dispersa en su silueta... la placidez de su rostro produce deseos de ser protagonista de esa mira… algún día en feliz encuentro esos ojos miraré.

A luz de Vela


Voy inquiriendo pensamientos

ante una luz de vela adormecida
-electricidad revolucionaria de permiso-
y me percato de incertidumbres,
en todos
en todo
en pensamiento
agitación
caricia
olfato…


Incertidumbre en que lo único cierto y constante
es un suspiro
un suspiro que pregunta por ti
por tu haber
por tu paso...
suspiro despojado de deseo
cargado de nostalgia…
indefectiblemente esta huella
esta tu huella…


Tu huella de algodón seco
de olor a imprenta diluida en sepias
imperceptible
salobre una vez anidada en pecho y garganta,
hoy pensamiento quedo
que evoca,
sin luces de feria o licores amargos
sin esquizofrénicos baladros
sin risas de festejo infantil
sin piel ni tacto
sólo queda…


Como cera de vela
que ganando nuevas formas cada vez
asoma signos parvos que desaparecen del todo
en el ardor mayor del último gemido
en el triste suicidio de su cuesta abajo.

Alineación al centro

Terror Nocturno


La noche trasgrede mi calma

trasgrede y me retiene en insomnio de incertidumbres

incertidumbre en cúmulo de pensamientos agolpados como lanzas

lanzas traspasando todo entendimiento,

no me consuela no saberme original…

temo, temo, temo.


Surge el momento de más oscura nocturnidad,

oscuro comienzo de la noche del amanecer

amanecer de agotamiento que traslada mi cabeza

a encontrar respaldo entre mullidas plumas de utilería,

utilería donde mi mente no halla asidero…

y temo, temo, temo.


El cansancio cierra mis ojos y despierta en reflejo mi mente

mi mente aterrada observando ríos rojos y cuerpos flotando en la nada

nada de bagres que escupen corazones atravesados por bayonetas de farsa

en macabra procesión de animales que embisten…

y temo, temo, temo.


Madres en gritos yabasteros sollozan lo insalvable

lo insalvable creado en arengas de resentimiento

resentimiento que en alucinógenos dialogados otrora, enviciaron

y volcados contra el dealer falsario , manipulador y truhán, han caído…

y temo, temo, temo.


La mente continúa activa

activa de cuerpos bailando bajo sogas

activa de incendios de gritos y terremotos de piernas

de linchamiento de doctrinas y ajusticiamiento de ideales robados…

y temo, temo, temo.


De pronto, todo cesa

cesa en ojos de sol brillante y sonrisas saltando de rostro en rostro

cesa en formación de lagunas de esperanza por llantos de cansancio conquistado

cesa y me descubro, en una esquina, agachada,

los párpados pesados y asiáticos…

y temo, temo, temo.


El llanto de la tranquilidad me estremece,

me estremece y me yergue como estaca infartada, en luz de aurora

luz de aurora en que me arde la herida en la memoria

memoria de hueco de fusil del soldado que yace contiguo…

ya desadormecida…

aún temo, lloro, temo.

Mi país está en pena.



Porque en la prosa también la lamentación se anega,

y en el quejido amurallado el sentimiento ahogado se alza en impotencia,
hoy me planto ante mis letras a exponer una verdad sin cercas...
mi país está de pena.

A diario nos desplazamos entre las muertes ajenas,
secuestros de conocidos o exilio de mentes frescas,
potestativo o forzado por no encontrar en su tierra
lo legal y lo legado para en ella dejar huella,
o no encontrar en su patria nostalgia de la que fuera…
mi país está en pena.

Putrefactos inclementes levantan muros sin tregua,
muro en la calle, muro en la escuela,
muro en la mente y entre ellas,
las madres que se debaten entre la arepa o la avena,
porque el petróleo es más caro pero no les llega a ellas
y no hay para el uniforme, y no hay para la libreta,
no hay ni ánimo en la bendición de la mañana serena...
mi país está en pena.

Lirios, rosas y apamates,
capachos y hasta azucenas,
que encontraba uno en las calles de nuestras ciudades bellas,
hoy sustituyen los trastos de la basura que trepa
las plazas, los monumentos, las calles y las iglesias,
por do quiera que se anda el abandono es la meta…
mi país está en pena.

No hay historia que nos raspe la memoria de la herencia
y nos deje recordar de qué está la dictadura hecha,
porque el caudillo perverso de rojo se la pasea
con consignas de unidad que cada día nos aleja,
a los unos de los otros y de nosotros mismo en quejas…
mi país está en pena.

No hay puentes para elevarlos porque a golpe los cercenan,
cuando a la cara te dicen: la realidad, mija, es esta,
y tienes que mancillarte y amurallarte en la queja,
esa que se vuela el viento, aquel que no mide veleta,
pues estancado se encuentra a la orden de una Asamblea,
que se dice pluralista, patraña impía de alcahuetas…
mi país está en pena.

Entre vendetta y rencor se va alzando su bandera,
destiñendo el tricolor y matando las estrellas,
con el rojo carmesí en la sangre de su flema
y el verde de una milicia que deja vender su tierra,
con armas de otras fronteras pa’ un país que no está en guerra,
ante el mutismo ruidoso de un mundo que a dólares se silencia...
mi país está en pena.

No podrán amurallarme cuando grite con mis letras,
pues son mi ballesta en mano con las que lucho esta guerra,
acompañando al que sienta tristeza por esta tierra
y que de noche se acuesta llorando a la virgen bella,
que no abandone a sus hijos, a sus nietos, a su herencia,
ni a aquellos que con sus huellas erigieron nuestras sendas,
ante un tirano anterior, que sucumbiera a esa fuerza…
cuando mi país, anduvo en pena.

Al tiranito de turno, le digo sin comedimiento
que no se apoltrone mucho, no estamos hechos de viento,
de viento los que le adulan, dejé que sople el monzón
y verá que cual hojas secas, terminan en un montón.
Mis letras son mi muralla, mi escudo y mi metralleta
porque mis palabras siempre serán tricolor y ofrenda
mientras mi país, esté en pena.

Ilustración: Ornella Cabrita M

Emboscada

Siempre me asaltan mis mayores demencias
cuando la madrugada me embosca.

La brisa fría de la noche palpa mi cara
con la mano de tu imagen…
cuando evoco tu sonrisa ciega,
tus ojos callados,
la primavera con que me florecen tus manos.

Y es que te huelo,
te siento,
te escucho el suspiro de sillón.

Sólo ansiaba nimbitos de locura
las cuatro estaciones de tu lecho
una sonata susurrada a besos
la lectura de mi cuerpo urdida por tus dedos…

y es que siempre te voy añorar.

Y pasa que dejé que me inventaras a tu antojo
que me hicieras tuya con el alma
que me armaras con sueños
que me apostaras con indiferencia.

Ya no importa si te revelas
y es que siempre te voy a evocar…
pero no sudes,
sólo exorcizo el sentimiento
de nada advertirás
ya puedo domarme
ya no me embosca la madrugada.

Lucha


Me dejas a obscuras y sin luz cercana
sin lámpara de noche ni fogata
sin asidero ni tramo ni baranda
en una espera que ya no espera nada.

Te cansaste y cediste al tiempo
te dejaste ganar por las horas
los días acunaron tu pena
y el mes te robó la razón
ya no soy más tu motivo.

Lucharía gustosa por esa luz de nostalgia
que segura estoy desprenden tus pasos inertes en el asfalto,
por levantar esa cabeza cana que a solas se agacha llorosa,
por estar en el sillón de nuestras cuitas y cantarte mañanitas
que despierten tu instinto y tus ganas de lucha.

Quise ser tu lucha, tu decisión, tu meta
y quede igual

en la espera que no espera nada.

Desvanecerse

Amor
cuando te eclipsas tu hielo es mío,
mío porque me recorre toda,
me cubre toda,
me paraliza toda...

Cuando te evaporas no sé si llorar u odiarte,
o simplemente hacerte a un lado de los detalles diarios...
hacerte a un lado y volverme indiferente, e indiferentemente no pensarte...

Y es que cuando te palideces, pensarte duele mucho,
duele mucho en la memoria,
en la comida,
en el corazón
y en el paso...

Cuando te dispersas, en esta distancia,
entiendo por qué es dolor la lejanía
borras toda huella de existencia,
justo al minuto después de la última palabra.

Cuando desapareces,
no sé si es por despojo o desparpajo
no sé si algo guardas o guardas nada
sólo sé que un miedo gélido me atraviesa la existencia
y no sé si es porque ya no estarás en mi calma.
Yo te he de querer aún sepultado, siempre
porque sabes que te llevo tatuado en el alma.

Pero no me dejas

Quiero amarte libre y espontáneamente

sin inventar razones para quedarme

amarte sin medida ni tiempo

sin palabra calculada para que no desaparezcas

pero no me dejas.


Quiero creer en palabras de amor que me tomen por sorpresa

en la presencia cierta que me refleje la misma desesperanza que yo siento por tenerte cerca

creer que habrá detalles que salvarán las distancias

mientras el tiempo y Dios nos dan finalmente una tregua

pero no me dejas.


Quiero saber que me nombras por la calle y me reconoces en ellas

quiero creer en lo que antes tuvimos y no veo de vuelta

quiero saber que puedo escribirte lo que se me antoje y aún así amarás mis letras

pero no me dejas.


Quiero creer que nunca más te harás ausencia

que tengo un valor incalculable en tu existencia

que has dicho al mundo que me amas sin vergüenza

y que soy tu vida, y tu pasión y tu razón

pero no me dejas.


Quiero saber que tienes lágrimas que me nombran

que tienes sueños que me hacen presencia

que sin mi la vida no sabría a nada y que eres débil en mi ausencia

que quieres sea lo último que tus ojos vean

pero no me dejas.


No soporto tu imagen de autosuficiencia

es mejor que me dejes ir sin que sientas tras de mi la puerta

deja que el dolor se haga presa de mi hasta desgarrarme por dentro

déjame a solas y de una vez con mi tristeza

o si no

dime que te dejas.