Como siempre...

Renazco... de mis cenizas como el ave Fenix... aunque me acompañe una lágrima
Sólo para amigos... para los que gustan de leer... para quienes disfrutan de poemas... para los que como yo sueñan... para los que mantienen la sonrisa... y conjugan a solas las lágrimas... para los que quiero... y los que me quieren... para ti... sobre todo para ti...

13 ene 2009

Te cuido

Te cuido

Porque cuido el miedo que me hace llorar

Porque llorar me limpia

Entonces, tú me limpias


Te cuido

Porque cuido las esperanzas que se desgastan

Porque las esperanzas, aunque desgastadas, te dan nimbitos de vida

Entonces, tú eres mis nimbitos de vida


Te cuido

Porque cuido la razón

Porque la razón es la que me separa de la demencia

Entonces, tú eres mi razón


Te cuido

Porque cuido los sueños

Porque en los sueños te invento y eres real

Entonces, tú eres mi realidad


Te cuido

Porque cuido los besos que no se han dado

Porque los besos que no se han dado, son esperanza

Entonces, tú eres mi esperanza


Te cuido

Porque cuido la ausencia que está presente

Porque la ausencia me hace consciente de la presencia

Entonces, tú eres mi presencia


Te cuido

Como cuido lo cierto que no se sabe

Porque lo cierto que no se sabe no es igual a lo incierto

no

es sólo lo que aún no se vive

Y lo que aún no se vive

es presencia, es sueño, es esperanza, es miedo, son besos, es razón, son nimbitos, son realidades no vividas

Entonces, tú eres lo cierto… y yo te cuido.

Posiblemente


Codicio el albor de la aurora

esta noche que me reembolsa vacío, soledad

Aclarar la vista y encontrar de nuevo luz de estrellas

O mis sueños disueltos en la nada.


Me apetece encontrar respuesta en el aturdimiento

y poesía en los lamentos…

las musas renunciaron por mi falta de ética.


Quizá lo repetitivo del deseo convertido en rutina

Impida descubrir las palabras en el diccionario de mi pesadumbre,

de mi melancolía.


Tantas preguntas,

ninguna respuesta,

sólo un gran espacio en blanco,

como prosista en pena que no halla comienzo…

horas frente al pliego de líneas vacías.


Un cigarrillo

y otro,

tu nombre como constante meditación,

mi mantra,

mi rosario interminable,

mi frase repetida y excéntrica.


Nula,

indiferente,

abolida,

revocada,

rescindida,

derogada,

suprimida…

ni emoción ni tiempo me marcan...


Necio,

pávido,

aprehensible,

inescrutable,

incoherente,

indescifrable,

inconexo,

receloso…

silencio y omisión te palpo.


Algo mudó en el aire,

se dijo de más,

no se dijo…


No,

no hubo sentimientos abordados intempestivamente,

venidos por sorpresa,

por qué etiquetarlos quitándole lo real,

hubo sólo sentimientos,

maravillosos,

estupendos,

extraordinarios,

mágicos,

quizá represados y por eso su fuerza…

lo demás es miedo,

sólo excusa por miedo…

o mentira,

no, nunca una mentira… es lo único que tengo cierto.


Te amaré eternamente,

indudable e irrefutablemente,

hieráticamente,

pero quizá me canse,

llevando el amor dentro como marca indeleble,

pero me canse,

no hay más que elucubrar,

no me gusta que me duelas.


Quiero vivir

y siento que me muero en tu silencio,

de a poco,

cada día…

me perturba el mirar extenuante al suelo…

el goteo seco de mi alma.


Posiblemente y un día,

ya no sepas más de mi…

o del abrazo deseado…

quizá las promesas no siempre se cumplen…

quizá, y al fin, lo entienda.

Quiero


Hoy ando de miseria

hoy me siento miserable…

no pido de la vida tanto como para no tener nada

deseo aquello que me da placer

que me brinda comodidad de estar bien conmigo misma


Se dice que no es feliz el que lo tiene todo, si no tiene lo bello del ser

pero es una cruel y vaga mentira

se necesitan cosas, cosas de esas que se compran

con dinero

ese que dicen que pervierte


No quiero joyas ni ropas que me engalanen

eso me gusta, no soy hipócrita

pero no las necesito

son otras cosas las que quiero


Quiero un ordenador,

mío,

sólo mío, y todo el tiempo

para escribir cuando me viene la idea, que es a cada instante…

y la pierdo

o mejor una grabadora

siempre son más accesibles


Quiero libros,

de hojas que se separen

y se ponen amarillas

libros para leer

y olvidar el dolor que significa la ausencia


Quiero anteojos,

anteojos con los que no tenga que poner cara de asombro

que no reflejen la luz que no quiero ver

mis amigos de farmacia


Quiero un diente

un diente que me permita mostrar mi sonrisa de a medias

porque me encanta reír

para llorar sólo necesito las lágrimas

y esas salen del cuerpo,

no hay que comprarlas,

no necesitan dientes para exhibirse

ni siquiera ojos que vean,

incluso te sobran

y se aparecen hasta cuando no las deseas


Quiero un algo que emita sonido,

que me deje escuchar a otros

nada de lujo

sólo algo por donde salgan notas

notas de aquel o aquella que esté feliz,

o triste,

o melancólico

o enamorada…

que descubrió que sus cuerdas vocales

o sus dedos

podían ser buena compañía

compañía de un tímpano

que juntos puedan comprometerse en el placer de un buen rato

con la sonrisa cerebral

o el llanto ahogado entre epiglotis y esternón


Quiero un buen líquido tinto

que me permita degustar el verdadero sabor de un Cortázar o un Neruda

pasa que cuento con papilas gustativas que necesitan saborear las buenas palabras


Quiero un volquete

cualquiera

que tenga cuatro ruedas

un volante

se le ponga gasolina

se suban las ventanas

se aclimate

aísle al tímpano del eco mundano de la plebe

que ruede

y me lleve a pasear la meditación

a pensar en Borges

en la Pizarnik

en mí ante el existencialismo

en el masoquismo

en mis retoños… ah pensamientos bellos serían

hacen falta en la vía…

en Argentina

… ah! Donde habré de estar algún día

que se haga cómplice de mis pensamientos

pero que no los prodigue

sólo los guarde

me los devuelva

el rebote me ayuda a discernir dónde voy mal


O me lleve a pensar

en aquel que quiere una mujer que sólo sepa volar

… y yo sé volar,

por qué no me encontrará a mi?


Quiero ese hombre

ese hombre que de tan hombre

tenga la capacidad de amar,

de perdonar,

de reír,

de llorar

que todos los días me sorprenda gratamente

y que su inteligencia la use para llenarme como mujer

ese que no le importe si mi nariz es una escultura a la zanahoria

o si mis nalgas parecen el comienzo de una naranja que se añeja


Quiero una taza de café

acompañada en la mañana

tener un motivo para prepararla


Quiero un abrazo

de esos que te hacen sentir como un siempre

de esos que te quitan el frío en el verano…


… y quiero besos

besos que me sepan a saliva ajena

en los que a lengua me escriban un poema

un poema inédito

sólo para mi


Quiero unos ojos

que en la noche me recen el padre nuestro de mis pesadillas

cada vez más frecuentes

y quiero un ronquido

un ronquido que me despierte en la noche

envuelta en la ternura de la compañía


Compañía

eso quiero

es que estoy aburrida de estar conmigo

que me saque del monólogo existencial de mis delirios rumiados en este ciclo neuronal

que me devuelve a lo mismo una y otra vez

compañía

que acompañe a mi Mozart

y a mi Sinatra

y a mi Cortázar

y a mi blog

y a mi foro

y a mi carro que no existe

y a mis pies que no caminan

y a mi voz que no canta

y a mi depresión que ríe,

y se sale escondida


Quiero,

si, quiero

eso y más

porque lo necesito

egoístamente

para no divisar la miseria de la nada

de lo insípido de a veces la vida

de lo monótono que se ha convertido estar conmigo misma

monólogo de duelos y tristezas.

Gotas Saladas

Tengo una sonrisa
una sonrisa cierta
que sale de un adentro verdadero
la regalo
la regalo todo el tiempo y a cada instante
incuestionable
pura
noble
amiga
compañera y cómplice

Y tengo muchas lágrimas
eternamente saladas
no combinables sino con el dolor
si fueran dulces serían el aperitivo de una sonrisa
pero son de agua salada
y como ésta, menoscaban
y duelen
en la conciencia
en el estómago
en el ayer y en el hoy

Y van a tu encuentro
a tu encuentro para que las acopies con las yemas de tus dedos
los dedos de tus manos grandes
tus manos grandes y bellas
bellas y egoístas
mezquinas de presencia
presencia ausente que lastima
lastima en la rabia, en lo hondo y en la pena
en la pena de mis gotas
gotas saladas que no cesan.