Encuentro

33 años… todo un cristo de vida… verle de nuevo nunca supuso ser la experiencia imaginada… fue cien veces más intenso. Me sentí de 15 de nuevo, y él de 17, sus palabras. Toda una vida de cosas, experiencias, situaciones, de hijos y nietos… y allí estábamos, frente a frente sintiendo como si el tiempo se hubiere detenido… fue noviembre de nuevo… las manos se estrecharon y la piel se hizo erizo… las miradas se encontraron una y otra vez… el destello habló por sí sólo. Entre risas y lágrimas guardadas transcurrieron las horas… sus historias, las mías… sus dulces reproches, mis dulces quejas… y dos preguntas que quedaron vagando en el espacio… por qué la vida nos separó?... por qué nos ha vuelto a encontrar? Llegó el momento de la despedida, fue marzo de nuevo… besos dulces e intensos serraron el encuentro… la promesa de un volverse a ver quedó suspendida en el aire… soy libre, él no… no dejamos nunca de ser un pensamiento… diario… constante. Se anhela el encuentro que no se dará, pues ambos sabemos que quedaríamos presos.