Como siempre...

Renazco... de mis cenizas como el ave Fenix... aunque me acompañe una lágrima
Sólo para amigos... para los que gustan de leer... para quienes disfrutan de poemas... para los que como yo sueñan... para los que mantienen la sonrisa... y conjugan a solas las lágrimas... para los que quiero... y los que me quieren... para ti... sobre todo para ti...

3 may 2009

Mi país está en pena.



Porque en la prosa también la lamentación se anega,

y en el quejido amurallado el sentimiento ahogado se alza en impotencia,
hoy me planto ante mis letras a exponer una verdad sin cercas...
mi país está de pena.

A diario nos desplazamos entre las muertes ajenas,
secuestros de conocidos o exilio de mentes frescas,
potestativo o forzado por no encontrar en su tierra
lo legal y lo legado para en ella dejar huella,
o no encontrar en su patria nostalgia de la que fuera…
mi país está en pena.

Putrefactos inclementes levantan muros sin tregua,
muro en la calle, muro en la escuela,
muro en la mente y entre ellas,
las madres que se debaten entre la arepa o la avena,
porque el petróleo es más caro pero no les llega a ellas
y no hay para el uniforme, y no hay para la libreta,
no hay ni ánimo en la bendición de la mañana serena...
mi país está en pena.

Lirios, rosas y apamates,
capachos y hasta azucenas,
que encontraba uno en las calles de nuestras ciudades bellas,
hoy sustituyen los trastos de la basura que trepa
las plazas, los monumentos, las calles y las iglesias,
por do quiera que se anda el abandono es la meta…
mi país está en pena.

No hay historia que nos raspe la memoria de la herencia
y nos deje recordar de qué está la dictadura hecha,
porque el caudillo perverso de rojo se la pasea
con consignas de unidad que cada día nos aleja,
a los unos de los otros y de nosotros mismo en quejas…
mi país está en pena.

No hay puentes para elevarlos porque a golpe los cercenan,
cuando a la cara te dicen: la realidad, mija, es esta,
y tienes que mancillarte y amurallarte en la queja,
esa que se vuela el viento, aquel que no mide veleta,
pues estancado se encuentra a la orden de una Asamblea,
que se dice pluralista, patraña impía de alcahuetas…
mi país está en pena.

Entre vendetta y rencor se va alzando su bandera,
destiñendo el tricolor y matando las estrellas,
con el rojo carmesí en la sangre de su flema
y el verde de una milicia que deja vender su tierra,
con armas de otras fronteras pa’ un país que no está en guerra,
ante el mutismo ruidoso de un mundo que a dólares se silencia...
mi país está en pena.

No podrán amurallarme cuando grite con mis letras,
pues son mi ballesta en mano con las que lucho esta guerra,
acompañando al que sienta tristeza por esta tierra
y que de noche se acuesta llorando a la virgen bella,
que no abandone a sus hijos, a sus nietos, a su herencia,
ni a aquellos que con sus huellas erigieron nuestras sendas,
ante un tirano anterior, que sucumbiera a esa fuerza…
cuando mi país, anduvo en pena.

Al tiranito de turno, le digo sin comedimiento
que no se apoltrone mucho, no estamos hechos de viento,
de viento los que le adulan, dejé que sople el monzón
y verá que cual hojas secas, terminan en un montón.
Mis letras son mi muralla, mi escudo y mi metralleta
porque mis palabras siempre serán tricolor y ofrenda
mientras mi país, esté en pena.

Ilustración: Ornella Cabrita M

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